REPORTE DE LECTURA “PRINCIPIOS DE PREDICACION”
TESIS GENERAL DEL LIBRO
Antes de dar a conocer mi apreciación sobre la tesis general del libro me agradaría mostrar en forma general acerca de lo que el autor tiene en mente al elaborar este extraordinario material que sin duda será de gran ayuda para todo aquel que desee estar al día en cuanto a los principios de la predicación.
Pablo A. Jiménez, muestra en su libro “Principios de la Predicación” que nuestro Dios es el Divino Maestro que habla a través de la predicación, por lo tanto la persona que se pone delante de la iglesia no solamente comunica o presenta un nutriente mensaje, por el contrario es el Señor mismo en acción. El autor a través de sus páginas afirma que la palabra de Dios no es meramente el mensaje acerca del evangelio sino el verbo encarnado, por lo tanto es el centro mismo. Nos recuerda que las palabras del hombre no tienen el poder de la bendita palabra de Dios. La predicación en su mejor expresión no es otra cosa que la palabra humana puesta al servicio de la palabra de Dios. No hay dudas que la predicación es una palabra humana a través de la cual la palabra de Dios actúa, pronunciando juicio y anunciando la gracia, llamando al arrepentimiento y la conversión, creando nuevas vidas, abriendo nuevos horizontes, exhortando a la santidad, preparándonos para la venida de nuestro glorioso Señor y exigiendo obediencia, por lo tanto la predicación es un asunto de seriedad, no es simplemente pararse detrás de un púlpito y llenar media hora de sonidos, de legalismos condenados por nuestro Señor Jesucristo o de gran despliegue de elocuencia. Debemos tener siempre en mente que no es nuestra elocuencia, ni nuestra sabiduría, ni nuestra técnica homilética, lo que hace que la predicación comunique la Palabra de Dios, por el contrario, es el mensaje de Dios que hace uso de nuestros mejores esfuerzos para llevar adelante la obra de nuestro Señor.
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La tesis general del libro, después de haberlo leído, a mi modesto juicio sería: “Verdaderos Métodos de Predicación para Sermones Poderosos”. Este libro nos dice que la homilética trata de poner a nuestra disposición los mejores recursos de la retórica, de la exégesis, de la hermenéutica y de la imaginación, a fin de que seamos capaces de predicar con entusiasmo contagiante, con seriedad, conduciendo siempre a los oyentes ávidos a los pies de nuestro Señor Jesucristo.
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CAPITULO II
OBSERVACIONES POSITIVAS
Considero que este extraordinario material será de gran ayuda a todos los predicadores de nuestras iglesias, siendo de gran apoyo al interesante y difícil arte de la predicación cristiana. Nuestros pastores, ancianos y líderes de las diferentes iglesias están sedientos de materiales que no solamente alimente sus conocimientos en cuanto al arte de la predicación, sino que los ayude a fin de estar mejor preparados tanto para predicar la palabra viva llena de poder como también ser capaces de elaborar sermones usando los correctos principios de la elaboración de temas que puedan llenar las expectativas de nuestra sedienta hermandad.
El Dr. Jiménez ha dividido su libro en secciones para una mejor comprensión. Veamos la primera:
En el primer capítulo, se discuten los aspectos teóricos y a la vez presenta un resumen de las bases teológicas de la predicación cristiana, definiendo los conceptos básicos que se emplea. En el segundo capitulo, explica el proceso por medio del cual los seres humanos nos comunicamos con los demás discutiendo la importancia de la integridad y la transparencia en la predicación. En el tercer capitulo, afirma que la predicación ocurre en el contexto de la iglesia y explora la manera en que ese contexto eclesial moldea tanto al sermón como a la persona que lo predica. En la segunda sección del libro discute los aspectos prácticos de la predicación cristiana. En el cuarto capitulo, el autor presenta un elaborado sistema de interpretación bíblica llamado “Los tres pasos”. El quinto y el sexto, discuten los rudimentos y el bosquejo del sermón. A partir del séptimo hasta el décimo, lo dedica a la discusión de cuatro tipos de sermones: el expositivo, el narrativo, el temático y el de ocasión. Al final de cada capitulo el autor presenta tareas que la persona que lee puede llevar a cabo.
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Por la manera como se presenta este material estoy convencido quien lea este libro como parte de una materia de estudio o esté dispuesto a mejorar la disciplina del arte de predicar obtendrá un enorme provecho.
5
CAPITULO III
OBSERVACIONES NEGATIVAS
He podido seguir la lectura de sus páginas minuciosamente y después de haberlo leído en un periodo de ocho horas, no he encontrado algún aspecto negativo, por lo tanto no tendría motivo para presentar algún tipo de comentario negativo.
6
CAPITULO IV
CAPITULO MAS ATRACTIVO
“La Predicación es la Palabra Humana”
El Dr. Jiménez afirma que la predicación es la palabra humana y recomienda que una de las áreas que los predicadores deben estudiar es la comunicación humana, es decir analizar el proceso mediante el cual una persona le transmite en forma correcta el mensaje a otra. De nada le valdría a una persona hablarle a otra en otro idioma si desconoce dicho idioma. Tampoco serviría de mucho al predicador usar expresiones idiomáticas que sus miembros no puedan comprender. La teoría de la comunicación enseña que los seres humanos podemos mantener nuestra atención fija en algo por espacio limitado de tiempo. En promedio podemos estimar que la mayor parte de las personas pueden prestar atención a algo o a alguien por espacio de cuatro a ocho minutos y otras pueden concentrarse por espacio de quince a veinte minutos, por lo tanto cuando hablamos a una congregación se hace necesario usar frases llamativas, historias, anécdotas y otros recursos para mantener la atención de la audiencia.
En el proceso de la comunicación es importante eliminar los ruidos, porque distraen el mensaje del sermón. Quien predica debe procurar que sus palabras sean sinceras. No debe predicar temas que no practica, la predicación es tanto divina como humana; divina porque comunica el mensaje que Dios ha revelado a la humanidad por medio de Jesucristo, humana porque es un proceso de comunicación entre seres humanos, donde una persona comparte un mensaje con otras esperando una respuesta. Por tanto la predicación tiene aspectos verticales que son intangibles, como la presencia de Dios, y aspectos técnicos que son concretos.
Por: Pr. Elias Sandoval
Antes de dar a conocer mi apreciación sobre la tesis general del libro me agradaría mostrar en forma general acerca de lo que el autor tiene en mente al elaborar este extraordinario material que sin duda será de gran ayuda para todo aquel que desee estar al día en cuanto a los principios de la predicación.
Pablo A. Jiménez, muestra en su libro “Principios de la Predicación” que nuestro Dios es el Divino Maestro que habla a través de la predicación, por lo tanto la persona que se pone delante de la iglesia no solamente comunica o presenta un nutriente mensaje, por el contrario es el Señor mismo en acción. El autor a través de sus páginas afirma que la palabra de Dios no es meramente el mensaje acerca del evangelio sino el verbo encarnado, por lo tanto es el centro mismo. Nos recuerda que las palabras del hombre no tienen el poder de la bendita palabra de Dios. La predicación en su mejor expresión no es otra cosa que la palabra humana puesta al servicio de la palabra de Dios. No hay dudas que la predicación es una palabra humana a través de la cual la palabra de Dios actúa, pronunciando juicio y anunciando la gracia, llamando al arrepentimiento y la conversión, creando nuevas vidas, abriendo nuevos horizontes, exhortando a la santidad, preparándonos para la venida de nuestro glorioso Señor y exigiendo obediencia, por lo tanto la predicación es un asunto de seriedad, no es simplemente pararse detrás de un púlpito y llenar media hora de sonidos, de legalismos condenados por nuestro Señor Jesucristo o de gran despliegue de elocuencia. Debemos tener siempre en mente que no es nuestra elocuencia, ni nuestra sabiduría, ni nuestra técnica homilética, lo que hace que la predicación comunique la Palabra de Dios, por el contrario, es el mensaje de Dios que hace uso de nuestros mejores esfuerzos para llevar adelante la obra de nuestro Señor.
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La tesis general del libro, después de haberlo leído, a mi modesto juicio sería: “Verdaderos Métodos de Predicación para Sermones Poderosos”. Este libro nos dice que la homilética trata de poner a nuestra disposición los mejores recursos de la retórica, de la exégesis, de la hermenéutica y de la imaginación, a fin de que seamos capaces de predicar con entusiasmo contagiante, con seriedad, conduciendo siempre a los oyentes ávidos a los pies de nuestro Señor Jesucristo.
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CAPITULO II
OBSERVACIONES POSITIVAS
Considero que este extraordinario material será de gran ayuda a todos los predicadores de nuestras iglesias, siendo de gran apoyo al interesante y difícil arte de la predicación cristiana. Nuestros pastores, ancianos y líderes de las diferentes iglesias están sedientos de materiales que no solamente alimente sus conocimientos en cuanto al arte de la predicación, sino que los ayude a fin de estar mejor preparados tanto para predicar la palabra viva llena de poder como también ser capaces de elaborar sermones usando los correctos principios de la elaboración de temas que puedan llenar las expectativas de nuestra sedienta hermandad.
El Dr. Jiménez ha dividido su libro en secciones para una mejor comprensión. Veamos la primera:
En el primer capítulo, se discuten los aspectos teóricos y a la vez presenta un resumen de las bases teológicas de la predicación cristiana, definiendo los conceptos básicos que se emplea. En el segundo capitulo, explica el proceso por medio del cual los seres humanos nos comunicamos con los demás discutiendo la importancia de la integridad y la transparencia en la predicación. En el tercer capitulo, afirma que la predicación ocurre en el contexto de la iglesia y explora la manera en que ese contexto eclesial moldea tanto al sermón como a la persona que lo predica. En la segunda sección del libro discute los aspectos prácticos de la predicación cristiana. En el cuarto capitulo, el autor presenta un elaborado sistema de interpretación bíblica llamado “Los tres pasos”. El quinto y el sexto, discuten los rudimentos y el bosquejo del sermón. A partir del séptimo hasta el décimo, lo dedica a la discusión de cuatro tipos de sermones: el expositivo, el narrativo, el temático y el de ocasión. Al final de cada capitulo el autor presenta tareas que la persona que lee puede llevar a cabo.
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Por la manera como se presenta este material estoy convencido quien lea este libro como parte de una materia de estudio o esté dispuesto a mejorar la disciplina del arte de predicar obtendrá un enorme provecho.
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CAPITULO III
OBSERVACIONES NEGATIVAS
He podido seguir la lectura de sus páginas minuciosamente y después de haberlo leído en un periodo de ocho horas, no he encontrado algún aspecto negativo, por lo tanto no tendría motivo para presentar algún tipo de comentario negativo.
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CAPITULO IV
CAPITULO MAS ATRACTIVO
“La Predicación es la Palabra Humana”
El Dr. Jiménez afirma que la predicación es la palabra humana y recomienda que una de las áreas que los predicadores deben estudiar es la comunicación humana, es decir analizar el proceso mediante el cual una persona le transmite en forma correcta el mensaje a otra. De nada le valdría a una persona hablarle a otra en otro idioma si desconoce dicho idioma. Tampoco serviría de mucho al predicador usar expresiones idiomáticas que sus miembros no puedan comprender. La teoría de la comunicación enseña que los seres humanos podemos mantener nuestra atención fija en algo por espacio limitado de tiempo. En promedio podemos estimar que la mayor parte de las personas pueden prestar atención a algo o a alguien por espacio de cuatro a ocho minutos y otras pueden concentrarse por espacio de quince a veinte minutos, por lo tanto cuando hablamos a una congregación se hace necesario usar frases llamativas, historias, anécdotas y otros recursos para mantener la atención de la audiencia.
En el proceso de la comunicación es importante eliminar los ruidos, porque distraen el mensaje del sermón. Quien predica debe procurar que sus palabras sean sinceras. No debe predicar temas que no practica, la predicación es tanto divina como humana; divina porque comunica el mensaje que Dios ha revelado a la humanidad por medio de Jesucristo, humana porque es un proceso de comunicación entre seres humanos, donde una persona comparte un mensaje con otras esperando una respuesta. Por tanto la predicación tiene aspectos verticales que son intangibles, como la presencia de Dios, y aspectos técnicos que son concretos.
Por: Pr. Elias Sandoval
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